martes, 26 de enero de 2010

La combinación perfecta

Tus labios, suaves y dulces, tiernos a veces y salvajes otras, para besarme mejor dices tu, para desearte aun mas digo yo.

Tus ojos, tan brillantes como las estrellas, tan poderosos como un imán, me desarman a cada instante, me fulminan y soy tuyo, sin mas, total e irremediablemente tuyo, aun si intento mentirme a mi mismo y repito miles y miles de veces que no tienes tal efecto en mi.

Tu mirada me seduce, tus labios me atrapan, tu sonrisa me alegra, y entonces atinas a usar la combinación perfecta…

Como si necesitaras de ello para pisar el acelerador a fondo, ¿tienes prisa? Por que yo podria perderme en tu piel el resto de soles que tenga mi vida, y que la luna sea testigo de nuestros encuentros, me lo tomo con calma, a veces si y a vces no, a veces solo quiero besarte, ,a veces solo quiero rozarte, a veces solo quiero percibir tu aroma, como si necesitara mas razones para desearte bella ninfa…

¿Qué cual es la combinación perfecta? Falda y blusa de botones, ¿Por qué? Primero me hundo en lo profundo de tu mirada, y me atrevo a robarte un beso, y me dejo seducir por tus labios, tu lengua, que juega no solo con la pasión que hay en mi, pero también con todo lo que tu ser representa para mi cuerpo…

Y entonces mis manos piden su oportunidad, y comienzan a rozar los botones de tu blusa, mis dedos se destruyen a si mismos pretendiendo desabotonarlos, pero no tengo prisa, me tomo mi tiempo, y juego con mis emociones pretendiendo jugar con las tuyas, suave y despacio, uno a uno los arranco con tal suavidad que no parecieran desaparecer en la neblina del pasado, segundo a segundo y minuto a minuto, y mientras saboreo tus labios, y mientras te susurro un suspiro al oído; y entonces el ultimo botón se ha ido…

Una explosión ocurre, como si hubiéramos esperado que la mecha ya encendida llegara al final, y me desbordo, oleadas de pasión recorren mi ser, y todo esto ocurre en segundos, y entonces siento la imperiosa necesidad de poseerte, sin mas, y dejo de preocuparme por el tiempo, solo necesito estar dentro de ti, y sentirte, y acariciarte, y sentir que tu respiración aumenta de velocidad en mi cuello, en mi oído, en mis labios, en mi pecho, y ya no importa, solo arranco lo que queda de tu blusa de tus brazos, y remuevo con celeridad y precisión, lo que queda de tu ropa, pero conservo la falda, por que sabes, no es necesario quitarte la falda, la falda no solo no me estorba, pero además me gusta que este ahí, y sucede de pronto, en un instante me sumerjo en el mar de tu ser, tu calor me envuelve y me atrapa, me susurras palabras impronunciables, y nos fundimos en uno solo, el espacio entre nosotros deja de existir, y el tiempo se detiene, y todo un huracán se forma a nuestro alrededor, el calor es insoportable a pesar de los vientos que nuestra pasión genera a nuestro alrededor.

Nos movemos al unísono, sin palabras, solo con ideas, mezclamos los ritmos de nuestros latidos, que se combinan para inventar una danza llena de frenesí, ya no me importa desaparecer, siento un impulso eléctrico recorrer mi cuerpo, y puedo ver a través de tus ojos que es el mismo el que recorre el santuario de tu ser, componemos musica y creamos movimientos desconocidos para los mortales, y me siento tan cerca de ti, me gustaría nunca haber vivido sin estar tan cerca de ti, ya no quiero estar lejos, me has hecho extrañarte cuando estoy lejos, me has hecho pensar en ti y despiertas sonrisas de la nada en mi, que sé que surgen de la brisa que roza tus labios, el viento que se ha vuelto único testigo de nuestro encuentros, pues ni la luna cuenta con tanta suerte…

Eres tan bella, y me gustan tantas cosas de ti, que me avergüenzo si en algún momento intente engañarte, mas bien pretendiendo engañarme a mi mismo, y decir que no sentía nada cuando encontraba el perfume de tu piel en el aire que entraba en mis pulmones… te tengo tan presenta, iluminando mis despertares, despertares que se forjan cuando el reinado de la luna se termina, y el soberano absoluto se levanta de su trono para reclamar el cielo para si mismo… Dime ahora que hago, explícale a mis brazos que hacer sin el calor de tu cuerpo entre ellos, explícale a mi nariz que hacer sin el cosquilleo que provoca tu cabello, y explícale a mi corazón, que rayos hacer cuando tus latidos ya no están para guiarlo…


martes, 19 de enero de 2010

Colores en el viento


El mundo sigue girando, la vida se detiene, y el ser humano se deprime y se pierde, cegado por sus problemas, ahogado con un vaso de agua; cosas que quisieron existir, ya nunca serán, la luna se llevara consigo un amor que no fue y el amanecer traerá consigo, al besar el mar, nuevas oportunidades, palabras que no pudo llevarse el viento por que nunca se pronunciaron y se desecharon de la mente que alguna vez las pensó; y el mar siempre observa y seduce y baila y canta y se divierte; querida gaviota que lo navegas desde el cielo, volando y volando, siempre volando, con una suave sonrisa en las alas, trazada con el viento y plasmada sobre el mar, préstame tus alas querida gaviota, que las nubes quiero tocar y una alondra alcanzar, quiero plasmar tu sonrisa sobre un desierto que no sea de mar ni de arena, pero de carne y hueso; colores y colores miles de ellos, arena y viento, espacio y tiempo, tormentas de cambio, cosas que ya no serán, y colores y colores, miles y miles de ellos. Ilumina, ilumínate, que al colorear se colorea y al respirar se vive, y vive y vive mientras ello dibuje una sonrisa sobre ti, que iluminando se hace al mundo y a uno mismo feliz, nunca dejes de iluminar bella alondra, de mil colores, miles y miles de ellos; y si tuviera que dibujar, elegiría tu piel como lienzo y trazaría con un pincel invisible, cargado con el color de tu ser, y con el acariciaría un desierto que no fuera de mar ni de arena, pero de carne y hueso, ternura y suavidad, belleza y elegancia. Miles de colores, miles y miles de ellos, durante el reinado de la luna, tus colores usurparía y con mi pincel invisible trazaría y trazaría, siempre sobre tu piel, un desierto que no es de mar ni de arena, donde me pierdo dominado por un letargo de sed de caricias y hambre de miradas, miradas de mil colores, de luz y de sombra, de desvelos y lunas pasadas, préstame tus alas, que solo te quiero alcanzar y tu piel colorear, con un pincel invisible te quiero tocar y de caricias llenar, suave y suave, de mil y un colores, calidos y fríos, tan vivos como el latir de un corazón en donde anida una alondra, que vuela y vuela y libremente se divierte con el mar que siempre observa y seduce y baila y canta…